La quiropráctica es capaz de cambiar nuestra manera de pensar, sentir y actuar mediante la mejora de la función más importante de nuestro cuerpo: la del SISTEMA NERVIOSO CENTRAL.
La quiropráctica se basa en el principio fundamental de la relación entre la columna vertebral, el funcionamiento óptimo del sistema nervioso, y el rendimiento y bienestar generales.
El sistema nervioso es el mando central de nuestro cuerpo, y envía instrucciones a cada una de sus células. Para que no reciba interferencias, la columna vertebral debe estar bien alineada.
Dra. Jennifer Barham-Floreani, Ponente, autora y quiropráctica
Piensa por un momento en tu sistema nervioso, protegido por el cráneo y la columna vertebral, comunicándose con 75 trillones de células en tu cuerpo, enviando y recibiendo información. Todas tus funciones corporales, incluidos los procesos de digestión, regeneración celular y respiración, se encuentran bajo el control del sistema nervioso.
Imagina que tus nervios no pueden enviar señales adecuadas a tu estómago, a tus células inmunes, a tus pulmones. ¿Podría tu cuerpo funcionar de forma óptima?
Seguramente verías cambios en tu energía, rendimiento y bienestar generales. Estos cambios son los que se originan precisamente por la presencia de MALAS ALINEACIONES (SUBLUXACIONES) EN TU COLUMNA VERTEBRAL.
El cuidado quiropráctico ayuda a CORREGIR esta falta de alineación restaurándola a su normalidad, lo cual permite la circulación de mensajes nerviosos sin interferencias.
La falta de alineación espinal altera el movimiento de la columna vertebral (o disquinesia), perjudica los reflejos entre el cuerpo, la columna y los órganos (denominados reflejos somato-somáticos, somato-viscerales y viscero-somáticos), daña la función nerviosa (lo que se conoce como sensibilización periférica y central) y disminuye de forma considerable la retroalimentación al cerebro (conocido como la aferencia a los circuitos corticales entre el cerebelo y el tallo cerebral).
No es de extrañar, pues, que los desajustes en la alineación espinal provoquen tantos trastornos.
Estos desajustes suelen pasar desapercibidos en su mayor parte. La razón es que las señales de dolor (nocicepción), los espasmos musculares, la constricción de los vasos sanguíneos y la disminución de la conciencia de movimiento (propiocepción) que pueden originarse a partir de los mismos, no siempre se hacen notar. Es como tener una caries: puede que no sintamos el dolor pero el problema puede empeorar gradualmente con el tiempo.
La buena noticia es que los ajustes quiroprácticos pueden ayudar al cuerpo a estar mejor y a restaurar su equilibrio. Los ajustes en la columna influyen en las siguientes áreas del sistema nervioso: